Mínima cantidad de actividad física requerida para reducir la mortalidad y extender la esperanza de vida: un estudio de cohorte, prospectivo
Un reciente estudio realizado por un grupo de investigadores del Institute of Population Science (National Health Research Institutes, Zhunan, Taiwan) y del China Medical University Hospital (Taichung, Taiwan) y que fue publicado on-line por la prestigiosa revista Lancet el 16 de agosto de 2011. encontró que un mínimo de 15 minutos de actividad física diaria son suficientes para disminuir el riesgo de mortalidad y aumentar las expectativas de vida de las personas.
Los autores consideran que los beneficios que acarrea para la salud la actividad física son bien conocidos, pero la mínima cantidad de ejercicio requerida por debajo de los 150 minutos semanales recomendados para obtener beneficios en la esperanza de vida aún no ha sido esclarecida.
Además, los autores evaluaron los beneficios para la salud de un rango de cantidades de ejercicio físico en una población taiwanesa.
Con este propósito, los autores desarrollaron un estudio prospectivo de cohortes, que incluyó a 416,175 individuos (199,265 hombres y 216,910 mujeres) que participaron en un programa de evaluación médica estandarizado en Taiwan, entre 1996 y el 2008, con un promedio de seguimiento de 8.05 años.
En base a la cantidad de ejercicio semanal indicado en un cuestionario auto administrado, los participantes fueron ubicados en una de cinco categorías de volumen de ejercicio: inactivos, bajo nivel de ejercicio, nivel medio, alto o muy alto.
A partir de ello calcularon las tasas de riesgo de mortalidad para cada grupo comparado con el grupo físicamente inactivo, y calculando la esperanza de vida de cada grupo.
En los hallazgos se destaca que, comparados con los individuos del grupo de inactivos, los del grupo de bajo volumen de actividad física que se ejercitaron un promedio de 92 minutos a la semana o quince minutos diarios, tuvieron un promedio de 14% de disminución del riesgo de mortalidad por toda causa y tres años más de esperanza de vida. Por cada 15 minutos de actividad física adicionales se reduce el riesgo de mortalidad por toda causa en un 4% y la mortalidad por todo tipo de cáncer en un 1%.
Estos beneficios son aplicables a todos los grupos de edad y a ambos sexos y para aquellos con riesgo de enfermedad cardiovascular.
Los sujetos que no hacen ningún tipo de ejercicio (inactivos) tienen un riesgo de mortalidad 17% mayor que los del grupo de baja actividad física.
En conclusión, 15 minutos diarios (o 90 minutos semanales) de ejercicio de intensidad moderada pueden ser beneficiosos incluso para individuos con enfermedades de riesgo cardiovascular.
Fuente (link para revisar el texto completo):
the
LANCET
Chi Pang Wen, Jackson Pui Man Wai, Min Kuang Tsai, Yi Cheng Yang, Ting Yuan David Cheng, Meng-Chih Lee, Hui Ting Chan, Chwen Keng Tsao, Shah Pou Tsai & Xifeng Wu.
M Elizabeth Sublette, Steven P Ellis, Amy L Geant & J John Mann. J Clin Psychiatry.
Online ahead of print: September 6, 2011.
Recientemente fue publicado un estudio realizado por investigadores del New York State Psychiatric Institute, que consistió en un meta análisis de diferente ensayos clínicos publicados donde se evaluó el ácido eicosapentanoico (EPA) en depresión.
Debido a que diferentes ensayos aleatorios utilizando acidos grasos poli-insaturados omega 3 (PUFA) para el tratamiento de la depresión han diferido en los resultados obtenidos, así como al hecho de que recientes meta análisis atribuyen estas discrepancias a los efectos diferenciales del ácido eicosapentanoico (EPA) en comparación con el ácido decosahexanoico (DHA) y la heterogeneidad del diagnóstico; los autores se plantearon este meta análisis para probar la hipótesis de que “el ácido eicosapentanoico (EPA) es el componente efectivo de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 (PUFA) en el tratamiento de los episodios depresivos mayores.
Podemos encontrar Omega 3 en alimentos como el salmón, el aguacate, las nueces y aceites vegetales.
Los autores iniciaron una búsqueda de estudios en una base de datos del NIH (PubMed), la búsqueda involucró estudios en inglés publicados desde 1960. Para localizar los artículos se utilizaron las siguientes palabras clave: “fish oils AND (depressive disorder OR bipolar depression) AND randomized controlled trial”. La búsqueda fue complementada por una revisión manual de bibliografía y el examen de artículos relevantes revisados.
La búsqueda condujo a 15 ensayos que involucraron a un total de 916 participantes. Para ser incluídos en el meta análisis los estudios debieron cumplir los siguientes criterios de inclusión:
Diseño:
Estudio prospectivo
Aleatorizado
Doble ciego
Controlado con placebo
La queja principal del estudio es el episodio depresivo (con o sin condiciones médicas comórbidas.
Se administró suplementos de omega-3 (PUFA)
Se utilizaron las medidas adecuadas para evaluar el estado de ánimo depresivo.
Los datos extraídos incluyeron el diseño del estudio, el tamaño de las muestras, las dosis y los porcentajes de ácido eicosapentanoico (EPA) y de ácido decosahexanoico (DHA), la media de las calificaciones de la edad, inicio y punto final de la depresión y las desviaciones estándar para los ácidos grasos poli-insaturados y el grupo placebo, así como los valores de “P”.
Los resultados clínicos de interés fueron la diferencias de medias estandarizadas en el cambio desde el inicio hasta el final de las puntuaciones de la escala de depresión en los sujetos que tomaron suplementos de ácidos grasos poli-insaturados en comparación con los sujetos que tomaron placebo.
Además de las fuentes naturales, los suplementos de Omega 3 son una buena opción para complementar la dieta.
En un modelo de efecto mixto, el porcentaje del ácido eicosapentanoico en los suplementos fue el predictor de efectos fijos, la muestra fue dicotomizada en dos grupos: EPA <60% o EPA >60% del total de EPA+DHA. El análisis secundario exploró la relevancia de la duración del tratamiento, las edad y la dosis de ácido eicosapentanoico.
En los resultados destacan los siguientes aspectos:
Los suplementos con más del 60% de ácido eicosapentanoico mostraron beneficio en los resultados de las puntuaciones de depresión en las pruebas estandarizadas en comparación con los suplementos que contenían menos del 60% de ácido eicosapentanoico, con una contribución insignificante de efectos aleatorios y sin efectos con respecto a la duración del tratamiento o la edad. Los suplementos con menos del 60% de ácido eicosapentanoico fueron inefectivos. El análisis exploratorio apoyó a un modelo no lineal, con una mejoría determinada por la dosis de ácido eicosapentanoico dentro del rango de 200 a 2,200 mg/día de ácido eicosapentanoico.
La conclusión de los autores es que los suplementos que contienen ácido eicosapentanoico en una concentración mayor o igual al 60% (del total de ácido eicosapentanoico más ácido decosahexanoico), administrado en una dosis de 200 a 2,200 mg/día de EPA, son efectivos contra la depresión primaria.
Se necesitan estudios traslacionales para determinar los mecanismos del beneficio terapáutico de ácido eicosapentanoico.
A través de la historia, siempre se ha tenido la sospecha de que la genialidad artística se hallaba relacionada con la locura. A esta sospecha ha contribuido el hecho de que diferentes figuras históricas promitentes en el Mundo del Arte han estado afectadas por trastorno bipolar; ejemplo a este respecto abundan en todos los campos del arte; también ha contribuido en este sentido la observación de rasgos comunes entre la psicopatología y la creatividad artística.
Este es el punto de partida de este autor del Royal Oldham Hospital, del Reino Unido, quien se propuso la tarea de investigar si realmente existe un vínculo entre el trastorno bipolar y el genio poético, tomando como referencia el interesante trabajo del psicólogo estadounidense Kay Redfield Jamison quien en 1993 publico “Touched with Fire: Manic-Depressive Illness and the Artistic Temperament” donde examina el argumento de que el trastorno bipolar (y los trastornos afectivos de forma más general) puede encontrarse de forma desproporcionada en personas que se desenvuelven en una gran variedad de profesiones creativas.
Esta relación entre bipolaridad y creatividad fue revisada recientemente por diferentes autores:
NowakowskaC y cols, en 2003 quienes utilizando las escalas TEMPS-A (Affective Temperament Evaluation of Memphis, Pisa, Paris and San Diego), NEO-PI-PR (Revised NEO Personality Inventory) y TCI (Temperament and Character Inventory) encontraron que los bipolares eutímicos, los pacientes depresivos mayores y un grupo de controles integrado por estudiantes graduados de disciplinas creativas, ciomparados contra un grupo de controles sanos, presentaban un incremento significativo en el punteo de los marcadores de ciclotimia, distimia e irritabilidad de la escala TEMPS-A, incremento del neuroticismos y disminución de la conciencia en el NEO-PI-PR, e incremento de la evitación del peligro y de la búsqueda de novedades con disminución en la autodirección en la TCI. Esto les llevó a concluir que los bipolares, los depresivos y los estudiantes graduados de disciplinas creativas comparten rasgos temperamentales comunes. Sin embargo los bipolares y los estudiantes graduados de disciplinas creativas comparten rasgos adicionales y una mayor apertura en comparación con los controles sanos.
Santosa y cols en 2006 encontraron un incremento en la creatividad en bipolares similar a los controles dedicados a disciplinas creativas, por encima de los controles normales y depresivos mayores, utilizando las siguientes escalas: BWAS (Barron-Welsh Art Scale), ACL-CPS (Adjective Check List Creative Personality Scale), la TTCT-F (Torrance Test of Creative Thinking – Figural) y la TTCT-V (Torrance Test of Creative Thinking – Verbal).
Rihmer Z, Gonda X & Rihmer A, en el 2006, quienes encontraron que contrario al concepto prevaleciente durante la primera parte del siglo XX sobre la fuerte asociación entre esquizofrenia y creatividad, los resultados de las investigaciones empíricas actuales sugieren de forma no ambigua que la prominencia creativa social y artística se asocia primordialmente con las enfermedades afectivas y más específicamente con el trastorno bipolar.
Esto por señalar sólo algunos de los trabajos recientes sobre este aspecto.
El autor de esta interesante revisión también realizó un estudio detallado de Lord Byron con el fin de obtener una visión cualitativa de la psique de un poeta famoso afectado de trastorno bipolar.
Retrato del poeta inglés Lord Byron (Conservado en la actualidad en la embajada británica en Atenas)
El autor se apoya en resultados de investigaciones recientes que empleando metodología sistemática y biográfica han dado un fuerte impulso a la idea de la existencia de una tasa de trastorno bipolar en las poblaciones artísticas mucho mayor de lo que cabría esperar de la casualidad.
En el caso de Lord Byron el sello clínico de la enfermedad maníaco depresiva viene dado con el carácter recurrente y episódico de las actividades literarias de Byron, Además Byron tenía una importante carga de antecedentes familiares que culminó en su propio suicidio, cosas que lo hacen más fácil de relacionar con el trastorno bipolar que con cualquier otra condición.
Asi como no todas las personas que padecen de trastornos en el estado de ánimo son escritores o artistas, tampoco todos los artistas o escritores sufren de trastornos del estado de ánimo. Parece contradictorio que le melancolía esté relacionada con la inspiración artística y la creatividad; a simple vista puede resultar más obvio establecer una relación entre la creatividad artística y los más leves estados maníacos. En el caso de Lord Byron, su temperamento le hacia exquisitamente sensible a prácticamente todos los estímulos de su mundo físico y psicológico, dándole además gran parte de su enorme capacidad para la pasión y la comprensión, así como por el sufrimiento, dándole credibilidad a la noción de que verdaderamente existe una correlación entre el trastorno bipolar y el genio poético.
Algunas recomendaciones sobre el cuidado individual ante la pandemia de la COVID-19:
En el seno familiar, en su afán de protegerse del virus causante de COVID-19, casi todas las personas se han dado a la tarea de desinfectar la casa y los lugares de trabajo. Producto de la desinformación de las autoridades, han proliferado una serie de sugerencias y recomendaciones referentes al uso de ciertos productos químicos, con combinaciones que pueden causar graves daños a la salud.
Uno de los más peligrosos de combinar es el cloro, por lo cual hacemos a nuestros amigos las siguientes recomendaciones:
¿Cuáles son los productos recomendables para la desinfección personal?
Los siguientes productos pueden utilizarse sobre la piel sana (intacta):
Alcohol etílico en gel al 63% o al 65%.
Alcohol etílico en solución al 70%.
Alcohol Etílico Solución tópica 96° 72,9 mL / 100 mL
¿Cuáles son los productos recomendables para la desinfección de áreas y superficies?
Hay algunas consideraciones que deben tenerse en cuenta antes de proceder a desinfectar áreas y superficies:
Remueva todos los materiales que no deberían estar en el área a desinfectar.
Sacuda con un trapo limpio todas las áreas y superficies a higienizar.
Barra y trapee las superficies a higienizar.
La desinfección es un proceso que elimina los microrganismos, pero generalmente carece de efectos sobre las esporas.
Dependiente del tipo de desinfección que se vaya a realizar pueden utilizarse cualquiera de los siguientes tipos de productos químicos:
Desinfectantes de alta potencia
Glutaraldehído alcalino al 2%. Gluconato de clorhexidina. Dióxido de cloro (ClO2). Ácido cloroso (HClO2). Combinaciones de peróxido de hidrógeno y ácido paracético.
Desinfectantes de potencia intermedia
Derivados fenólicos. Alcoholes (alcohol etílico o isopropílico) Iodo-povidona. Combinaciones de alcohol isopropílico e hipoclorito de sodio.
Desinfectantes de baja potencia
Amonio cuaternario y derivados.
Los productos de hipoclorito de sodio son los desinfectantes utilizados más ampliamente utilizados (son económicos, de acción rápida, poseen un amplio espectro de actividad antimicrobiana y no dejan residuos tóxicos).
Recuerde utilizar desinfectantes registrados y utilizarlos de acuerdo a las instrucciones proporcionadas por el fabricante.
Evite el uso de desinfectantes no apropiados o en las cantidad y concentraciones incorrectas.
A continuación se describen las concentraciones de hipoclorito según el área a utilizar:
DESINFECCIÓN DEL HOGAR.
Para limpieza general, desinfección de manos, desinfección de ropa.
Concentración recomendada: 0,05% (500ppm)
Preparación para 1 litro de desinfectante: Disolver 10 ml de hipoclorito de sodio comercial (puede ser medido con una jeringa) en 990 ml de agua potable.
NO OLVIDE Rotular la dilución preparada.
DESINFECCIÓN DE COLEGIOS, CENTROS COMERCIALES, ALMACENES.
Concentración recomendada: 0,25% (2.500ppm)
Preparación para 5 litros de desinfectante: Disolver 250 ml de hipoclorito de sodio comercial en 4750 ml de agua potable.
Rotular la dilución preparada.
Usar inmediatamente o guardar en frasco oscuro y con tapa.
DESINFECCIÓN DE GARAJES, CALLES, PARQUES
Concentración recomendada: 1,0% (10.000ppm)
Preparación para 5 litros de desinfectante: Disolver 950 ml de hipoclorito de sodio comercial en 4050 ml de agua potable.
Rotular la dilución preparada.
Usar inmediatamente o guardar en frasco oscuro y con tapa.
Fuente: OMS; 15 de mayo 2020; Limpieza y desinfección de las superficies del entorno inmediato en el marco de la COVID-19